La Semana Santa sevillana tiene la singularidad de activar los cinco sentidos a la vez, lo que hace que el corazón se imponga a la razón en cada encuentro imprevisto. Este año 2020 vamos a vivir una experiencia única porque las cofradías, como el resto de la sociedad española, están imponiendo la razón al corazón y mientras nuestros sentidos nos piden con ansiedad revivir emociones, nuestra razón nos reafirma que no hay nada más importante que la salud.
En esta mañana sin visitas a templos, sin túnicas prestas a revestir al nazareno, sin música estremecedora por calles y avenidas y sin niño que pida la venia en el Palquillo será el momento de valorar la fundamental de lo que siempre tuvimos y ahora nos falta.
El Domingo de Ramos de 2020 haremos el mejor estreno posible. Vamos a estrenar autenticidad, responsabilidad, compromiso con los demás. Los aplausos no serán a nuestras imágenes sino a aquellos profesionales que mantienen viva la Esperanza en los centros sanitarios.
Este año las cofradías no salen pero las imágenes de nuestras devociones si inundarán cabeceras de camas de hospital, y volverán a salir arrugadas de las carteras. Las miraremos con añoranza recordando que los Domingos de Ramos sevillanos comienzan con Paz y acaban con Amor, sin que por ello perdamos la Gracia de su Esperanza o vivamos la Amargura. Radiografía de devociones que reflejan la vida misma y el momento que nos ha tocado vivir.
Y en esa complejidad, en ese debate abierto con nosotros mismos preguntándonos un por qué al que no encontramos respuesta, de pronto surgirá: ya queda menos de un año para que la luz asome de nuevo y sea Estrella de nuestro mañana.
No habrá pasos en la calle y el compromiso de nuestra sociedad nos permitirá contar a nuestros hijos y nietos que vivimos un hecho histórico. Este año no hemos salido ninguno a ver a nuestras imágenes, porque nuestras imágenes han venido a vernos a cada uno a nuestra casa en nuestros recuerdos más personales.
Antonio Silva.
Diario de Sevilla
Domingo de Ramos 2020
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